Treinta y un años!!!

Tan rápido llegaron los treinta como han llegado los treinta y uno... Te lo conté el año pasado (clic aquí) y este año me toca contártelo de nuevo. Un asco!!

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Hay una página que se llama http://www.futureme.org/, en la que puedes enviarte un mail a ti mismo y ponerle la fecha en la que lo quieres recibir, curioso. Me envié uno hace un año para recibirlo ahora, y me llegó un mail de mi yo del pasado. Peroclaro, si hago balance pues la vida no me va como yo pensaba que me iría y siento que no estoy viviendo lo que me corresponde. Pero ya sabes, circunloquios que acaban derivando en lo mismo, el sentido de la vida?? (Ay, Unamuno, cuánto daño me has hecho!).

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Te cuento, hoy he ido al hospital a una revisión, que fue cumplir los treinta y voy al hospital más que de cañas!! Y que si me tengo que poner una vacuna, que si me tengo que tomar no sé cuántos inhaladores, que si Vilches no trabaja aquí... Y ya cuando me dice que la vacuna me cuesta 200€ cada seis meses, le digo "pero esto no era la seguridad social?" (para qué habré dicho na'!!). La Seguridad Social ya cubre demasiado, cada vez que usted llama a una ambulancia son seis mil euros de desplazamiento, cada cama en un hospital son 300€ con pensión completa, blá blá blá... Pero la pregunta es: "si no me pongo la vacuna me voy a morir?", "no, señora, morirse no". Pues venga, buenas tardes!

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Nunca, te lo puedo decir en mayúsculas pero más claro no, NUNCA, cojas lo que no es tuyo. Por mucho que te dejes llevar por la fantasía, la imaginación y la frase (más horrible del planeta) "la esperanza es lo último que se pierde".... Lo que no es tuyo no lo será nunca. Cuando era pequeña me gustaba mucho la ropa de la Barbie de mi amiga (que curiosamente se llamaba Nancy), la mía era muy cutre y casi toda hecha por mi o por algún miembro femenino de mi familia. Un día le "cogí" un vestido muy guay, me lo llevé a casa, por fin, el vestido de princesa estaría en mi Barbie hawaiana (harta ya de su bikini y su pareo). Mientras se lo ponía en la soledad de mi habitación, aún siento la emoción, imaginaba el peinado que le haría para la ocasión. Total, a mi Barbie no le gustó nada, no era su estilo, ella era más de su bikini y de brillar en la arena, que de bailes y cócteles de palacio... Por lo tanto, si ese vestido no era de mi Barbie y por mucho que yo le buscara zapatos a juego, nunca sería suyo. Y en esas estamos, en asumir que no seré nunca la reina de ese baile....

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Termino ya con mi tanda de breves, una cosita más... E. enhorabuena! voy a volver a ser tía!!

(la foto es una ilustración prestada de mi amiga Elina, aquí su blog)