Pues mi último día en Donosti fue en Bilbao, no podía estar tan cerca y no acercarme al Guggenheim (se escribe así??). Me encantó, adoro el arte contemporáneo. Viendo una obra de Kiefer que eran unas escaleras de cemento con unos hierros, me quedé pensando lo difícil que es entender este tipo de arte, y llegué a una conclusión: "no hay que entenderlo, hay que sentirlo".
Pongo una foto de google imágenes, que las que hice yo son imposibles (llenas de gente, de carteles...un asco).
************************************************************************************

Y aquí estoy, sinceramente la vuelta no ha sido muy dura, mi trabajo me encanta. Lo único malo es tener de nuevo horarios, que suene el despertador...
Hice lo que dicen los/as "entendidos/as" que hay que hacer cuando vuelves de vacaciones: cambiar muebles de sitio, mover un cuadro o cambiar la alfombrilla de la ducha... me fui a IKEA! y ayer me tiré un buen rato cambiando las cortinas del salón. Y se nota, al final los/as "entendidos/as" van a tener razón.
Pues.... feliz vuelta a la rutina!!
1 comentario:
Pero ¿por qué se cambian las cosas de sitio? ¿Porque sí o tiene alguna finalidad? Me intriga. ¿Es para aturullar al cerebro con muchas novedades a la vez?
Publicar un comentario