Llevo toda la tarde para escribir este post, me quedo mirando la pantalla y se me amontonan las letras, los contenidos... Y a la hora de la verdad me quedo sin palabras.En realidad así me deja ella, sin palabras. Contigo no es que haya aprendido más o menos, es que has sido una especie de barandilla paralela a mi camino. Siempre prudente, pero alerta.
Creo que tu labor como educadora empezó conmigo, viendo en mí algo que nadie veía. Me has aguantado tanto...
Eres la templanza y la energía. Sólo tengo que mirarte para saber lo que piensas. Podría enumerar una lista de grandes momentos: haciendo rafting (de verdad me puse un traje de neopreno???), mis primeras fiestas del PCE, cantar "te quiero" de Hombres G en el Karaoke, Esperanza saltando un radiador a lo Matrix, celebrar tu cumpleaños en el bar de Vilches y que aparezca todo el reparto de la serie, el local (las risas, los lloros, los campamentos, los colmenarejos, olores de pies y ronquidos, las birras...), tus consejos (a veces te escuchaba, otras me parecías un poco pepito grillo...), que me dejaras sentarme a descansar en Praga, el estreno de Torrente I, y Torrente II, y Torrente III! Y muchos etc etc etc etc...
Admirar es una palabra que creo que se me queda pequeña.
Si busco en el recuerdo desde cuándo estás en mi vida, te encuentro desde siempre. Y sabes bien (lo has vivido) como he ido perdiendo a la gente, como han llegado a odiarme. No sé por qué pero tú sigues ahí.
Te incomodan los sentimentalismos, y pocas veces expresas lo que sientes. Me cuesta decirte que te quiero. Lo mínimo que le deseo al mundo es tener a alguien como tú a su lado.
Lo que más miedo me da...decepcionarte.
Felicidades, y (fuera tópicos) que pasemos todos los que quedan juntas.
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