Esta semana viajar en avión es un tema peliagudo y mejor no tocarlo mucho, desde aquí todo mi apoyo a esas familias destrozadas. Que la verdad se sepa pronto...Mi teoría en "Mi otro yo".
Aunque para mi ha sido siempre toda una experiencia, los aeropuertos tienen una vida que me encanta. Las tiendas de regalos (caros), las chocolatinas gigantes (como el Toblerone de Friends), comprar con Maite todas las revistas de cotilleos, “El Jueves”, el periódico del día, chicles… Muchas historias que darían para otros tantos monólogos.
En el aeropuerto de Bruselas empezó mi aventura, empiezas a leer carteles en inglés, lo móviles pitan cambiando el operador, la
gente que te rodea habla de todo menos español, y te das cuenta que estás en otro país, que estás muy lejos de casa.
Bruselas me pareció una ciudad de lo más cosmopolita y urbana, el centro (como en todas partes) es una zona muy bonita con casas típicas, etc… me percaté (6 meses planeando el viaje y no me había dado cuenta que lo típico de Bélgica es chocolate!!) que estaba rodeada de chocolaterías, fábricas de chocolate de todos los colores y sabores, y que no podría (o no debería) probarlo, mi dieta seguía según lo previsto. Y me flipé con una escultura de un niño haciendo pis (Mannekken pis)
ya en la guía decía que era lo peor, pero siguiendo a la masa no podíamos perdérnoslo. Y sí, era lo peor. El albergue nos dio una vidilla, nos costó barato e incluía el desayuno. Compartíamos habitación con dos chinas y una belga, y el baño estaba en el pasillo. Tenía una terraza en la planta baja desde la que veíamos llover. Dormí arropada por primera vez en todo el verano.
Moverse por el mundo tiene su rollo, busca estaciones de tren, combinaciones de tranvía, paradas con nombres en belga… Pero es divertido. Necesito ser muy organizada en mis viajes, pensar que está todo controlado y que si surge un imprevisto tendrá fácil solución. Pero en un viaje de estos poco queda organizado y mucho a la aventura, si asumes eso desde el principio todo será más fácil y divertido.
Pasamos los 3 días siguientes en Brujas, donde se incorporaron a nuestra familia “las Maris”, graciosas y, contra todo pronóstico, flexibles y cercanas. Me da cosilla viajar en grupo y pensar que pueden surgir conflictos, no fue el caso, todo estaba bien y todo eran risas. Tiendo a presuponer lo peor.
Brujas es sencillamente maravillosa, llueve y hace sol, cada rincón es más sorprendente que el anterior. Para mi gusto desluce un poco tanto turista haciendo fotos, pero es lo normal en estas grandes ciudades. Lo mejor es buscar cada uno su espacio, por eso alquilamos unas bicis y nos hicimos más de 12 Km hacía un pueblecito cercano (Dame). Bordeando un canal y rodeadas de árboles. De nuevo esas noches dormí arropadita, en nuestro albergue “Charlie Rockets”, 50% albergue, 50% bar de rockeros, con salas de billares en la parte baja. Seguía sin comer chocolate.
Estar de vacaciones a dieta es como lo peor del mundo. Tus colegas de cañas, probando las miles de cervezas belgas y tú con una sin alcohol (que aprovecho para decir que es agua o peor!). He bebido Té sin parar, donde fueres haz lo que vieres. Y si cuando dejé de fumar el té se convirtió en un gran sustitutivo del cigarro, te diré que ahora se ha convertido en un sustitutivo de la cer
veza y de cualquier bebida en general. Además ahora lo tomo con leche pero leche en una tarrinita ideal (que venden en el Carrefour, y en miles de sitios) que da justo para una taza de té.
En fin, viajar es guay y la barrera del idioma da mucho juego y muchas risas. No teníamos ningún problema con el inglés, por lo menos para entenderlo, ya que para hablarlo (los españoles somos así) nos daba vergüenza. Consejo: ni se te ocurra ponerte a hablar como en las series que te tragas subtituladas, nadie te entenderá. “Hey dude, wassup??”, NO. Los verbos están para usarlos.
Próximo capítulo: “Mis vacaciones (IV): esto es Ámsterdam amigos/as!”
Aunque para mi ha sido siempre toda una experiencia, los aeropuertos tienen una vida que me encanta. Las tiendas de regalos (caros), las chocolatinas gigantes (como el Toblerone de Friends), comprar con Maite todas las revistas de cotilleos, “El Jueves”, el periódico del día, chicles… Muchas historias que darían para otros tantos monólogos.
En el aeropuerto de Bruselas empezó mi aventura, empiezas a leer carteles en inglés, lo móviles pitan cambiando el operador, la

Bruselas me pareció una ciudad de lo más cosmopolita y urbana, el centro (como en todas partes) es una zona muy bonita con casas típicas, etc… me percaté (6 meses planeando el viaje y no me había dado cuenta que lo típico de Bélgica es chocolate!!) que estaba rodeada de chocolaterías, fábricas de chocolate de todos los colores y sabores, y que no podría (o no debería) probarlo, mi dieta seguía según lo previsto. Y me flipé con una escultura de un niño haciendo pis (Mannekken pis)

Moverse por el mundo tiene su rollo, busca estaciones de tren, combinaciones de tranvía, paradas con nombres en belga… Pero es divertido. Necesito ser muy organizada en mis viajes, pensar que está todo controlado y que si surge un imprevisto tendrá fácil solución. Pero en un viaje de estos poco queda organizado y mucho a la aventura, si asumes eso desde el principio todo será más fácil y divertido.
Pasamos los 3 días siguientes en Brujas, donde se incorporaron a nuestra familia “las Maris”, graciosas y, contra todo pronóstico, flexibles y cercanas. Me da cosilla viajar en grupo y pensar que pueden surgir conflictos, no fue el caso, todo estaba bien y todo eran risas. Tiendo a presuponer lo peor.

Estar de vacaciones a dieta es como lo peor del mundo. Tus colegas de cañas, probando las miles de cervezas belgas y tú con una sin alcohol (que aprovecho para decir que es agua o peor!). He bebido Té sin parar, donde fueres haz lo que vieres. Y si cuando dejé de fumar el té se convirtió en un gran sustitutivo del cigarro, te diré que ahora se ha convertido en un sustitutivo de la cer

En fin, viajar es guay y la barrera del idioma da mucho juego y muchas risas. No teníamos ningún problema con el inglés, por lo menos para entenderlo, ya que para hablarlo (los españoles somos así) nos daba vergüenza. Consejo: ni se te ocurra ponerte a hablar como en las series que te tragas subtituladas, nadie te entenderá. “Hey dude, wassup??”, NO. Los verbos están para usarlos.
Próximo capítulo: “Mis vacaciones (IV): esto es Ámsterdam amigos/as!”
4 comentarios:
Yo estuve en una ciudad muy parecida, en Alemania..no recuerdo el nombre...bueno...tampoco se cómo escribirlo!ja!
Disfrutaaaaaaaaaaaaaa!!!!!
Ando de cumple, te invito cuando vuelvas! ♥♥
Besos!
Recien veo lo de la firma. Coloca el código en el cuadro que está en CONFIGURACION; POST: Formulario.
Te va a aparecer siempre en cada post.
Avisame si no me expliqué bien.
Muák!
Gracias Ferip!! lo he conseguido!
Las vacas ya se terminaron, ahora sólo me queda postear contando cómo fueron.
bss
Happy blogoversary!
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