Primera hora de la mañana, viene a visitarme una antigua alumna que hace que no veo un año y medio. "Qué tal?". "Pasaba por aquí y he subido a visitarte".Sin darme ni cuenta me he visto consolando a una mujer que en este último año ha tenido cáncer de pecho y ha visto cómo su madre perdía completamente la cordura.
Se ha derrumbado, pero ha dicho que lleva un año y medio bien, luchando, viviendo. Que no sabía por qué le estaba dando este bajón. No sé, será que inspiro confianza, y he intentado ser fuerte, pero qué ganas de llorar!
Qué valor el mío de quejarme de la vida! te lo digo, vergüenza me da. Me quejo porque llevo catorce días sin verte, porque mi situación laboral no es la óptima (pero es normal), porque la gente tiene hijos/as y me dicen "es una experiencia que no te la puedo contar, tienes que vivirla", porque nadie me ha regalado alguna absurdez en SV, porque el mundo avanza y yo siento que me quedo atrás... Pero no es así, no debería ser así.
Claro, que esto se piensa en el momento, dentro de un rato volveré a pensar en todo. Menos mal que hoy tengo terapia y la pena será compartida...
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