Este año el síndrome post-vacacional ha sido una cosa de la que ni me he enterado... La vuelta de Valdepeñas no ha sido en tren, lo que me ha permitido ahorrarme llegar a la estación y no encontrar a nadie esperándome.
Nada más llegar a mi casa se vino mi hermano a verne, lo que me permitió no estar esas primeras 
horas tras quince días con mi madre, en la mayor de las soledades.
horas tras quince días con mi madre, en la mayor de las soledades. Los dos días siguientes he trabajado pero en una fiesta, lo que viene a ser divertido.
El último día de las vacaciones no duermo sola, porque mi amiga Manchi se ha venido a pasar la tarde y la noche y hemos visto Bridget Jones 2.
Mi primer día de curro tras un mes de relax, empezará con un buen desayuno bien acompañada.
Así pues, para cuando llegue a mi trabajo mañana tendré muy lejos lo que fue un año más en Ibiza y unos días en el pueblo con la familia y el buen humor. Y por lo tanto, sólo me quedará sentarme en mi mesa, hacer limpieza y ponerme las pilas cuanto antes. Bien.
Mis objetivos este verano eran simples, pero qué complicado llevarlos a cabo!
Olvida, olvida, olvida, olvida... Y bueno, sí, lo he intentado, no puedo decir que haya sido fallido pero no tan productivo cómo hubiera deseado.
Conoce, conoce, conoce, conoce... Y sí, he conocido, pero no termino de tener ganas...
Yo, yo, yo, yo, yo, yo... No, sigo sin ser yo, pero sí, me siento más cerca.
Así que amigos/as, he vuelto. Cuándo vuelves tú?
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