Mis vacaciones (IV)

Esto de publicar cosas cuando han pasado hace casi un mes...

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Cómo hablar de Amsterdam sin caer en lo de siempre? Es igual que hablar de Venecia o París. Simplemente es que me iría a vivir allí, trabajaría en cualquier sitio, iría en bici, viviría en una casa con vistas a un canal y miraría por la ventana mientras llueve.

De nuevo me encuentro con el agobio del turista, tanta gente, tanta foto!! Y padres/madres con riñores, bolsos de video-cámaras, gorras de propaganda... casi arrastrando a niños/as que preferirían estar seguramente en en cualquier otro lugar. Están por todas partes y a todo le ahcen fotos, pobres sus familiares cuando tengan que tragarse las 500 fotos y los 10 vídeos.

El barrio rojo además de ser lo que es, también es una especie de museo en el que la gente campa a sus anchas y observa escaparates donde lo que se vende es cuerpo (que yo totalmente de acuerdo). Saliendo yo de un sexshop (de todo hay que ver en esta vida) vi que desde el otro lado del canal me saludaban, esas cosas que pasan cuando viajas. Eran unos amigos/as de toda la vida de mi hermano, vecinos y residentes en mi barrio. Was funny.

Siguiendo con cosas que ver en Amsterdam el único sitio por el que pagué fue el Museo de Van Gogh, y sí, mereció mucho la pena. No le pareció lo mismo a una niña que le gritaba a su padre que pasaba de ver "Los girasoles", el padre insistió y la niña dadno patadas al suelo miró el cuadro y dijo en tono chulesco "ya está, ya lo he visto, y qué??. De mayor volverá.

No te olvides de visitar un bar llamado "Viv la vie" (o algo así), un sitio orgulloso-femenino en el que unas tipas con el pelo corto y camisas de cuadros nos deleitaron con canciones populares que a mi me parecieron el himno nacional Holandés. Entre ese bar y uno en medio de los Alpes con gente bebiendo muuucha cerveza no creo que haya diferencia. Pero me moló.

Y no me iré sin decirte que para meterse en un "Coffe shop", comprar un porro de "marijua" y dejarse llevar, hay que tenerlo muy claro y cruzar los dedos para no tener un mal viaje. A una de mis hermanas Halliwel casi le da un infarto de tanta paranoia, mientras que la otra no paraba de reirse. Esas cosas que pasan. A mi no, sólo me lo puse en la mano para hacerme la foto. Pero te diré que sí que le di dos caladas a un cigarro (pero solo dos, no me iba a cargar 2 años y medio sin fumar).

Me traje unas bolsitas de té de setas, que me deparará el viaje? Ya te contaré.

La historia termina en la estación de Amsterdam (me volví sola) cuando me di cuenta que había perdido el billete que me llevaría a Bruselas y quedaban 5min para que saliera el tren. Eso sí que fue divertido (o no). Sí, me dio tiempo a comprar otro, encontrar el anden, coger el tren y llegar a Bruselas. Cuando llegué al Aeropuerto por poco beso el suelo, por fin "aguas internacionales"!!.

La próxima entrega.... Ya en Madrid, todo da asco.